Admito, sin un ápice de orgullo, que todavía no viajé lo suficiente por mi país. Pero sí tuve la dicha de conocer Mendoza, y encima acompañada por un grupo de amigas que fue lo más. La provincia está lleeena de encantos: en este post me concentro en los que son de índole enóloga. Enumero algunos tips y espero leer los suyos: -Cómo llegar: conseguimos pasaje a buen precio y en cuotas por Aerolíneas Argentinas. Es la forma mas fácil de llegar, especialmente si no tenés más de 3 días para dedicarle al viaje, como nos pasó a nosotras. -Donde hospedarse: nos quedamos en un hotel en el centro de Mendoza, que no era tannn lindo, pero la Capital es cómoda, está llena de restaurantes y algunas bodegas cerca, como la de Zuccardi (ideal para renovar el stock de tus aceites), que aloja al restó Pan y Oliva. Una zona divina es Valle de Uco, nosotras fuimos una noche y tuvimos la suerte de quedarnos en Casa de Uco. Chusmeen este hotel y traten de no envidiarnos... la verdad es que fuimos porque ligamos invitación, jaja. La zona es cara pero su paisaje de montañas lo vale. -En general, en todas las bodegas la onda es la misma: recorrés las instalaciones mientras te explican el proceso del vino (admito que, después de la primera bodega, en esta parte ponía off), y todo es una gran excusa para ir degustando las diferentes cepas de cada marca. Pero algunas bodegas ofrecen un plus, ya sea por la calidad del establecimiento, la belleza del paisaje o por contar con galería de arte, como Salentein, que también tiene un mega espacio para almorzar (Kilka).
Otras bodegas recomendadas: -Clos de los Siete: del gran Michel Rolland. Si no llegas a recorrerlas todas, al menos pasa por DiamAndes. -Bodega Atamisque: la finca es muy linda y el vino es riquísimo. Se puede dormir ahí, los lodges son divinos. Bodega Busquet, de vino orgánico. -Tupungato: es espectacular, no es bodega pero tiene una linda posada y un lugar amoroso para comer de noche o tomar algo. -Bodega La Azul: bodega boutique onda familiar. -Si andás por Valle de Uco, no dejes de pasar por The Vines a chusmear la megaarquitectura y probar los platos de F. Mallman -En el centro, recomendados por las expertas de Giamportone's: Para comer, pastas en lo de María Antonieta; Fuente y Fonda sirve comida tradicional; Zampa, tapen y ricos vinos. Cachitas y PH Bar para coctelería. Taverna: gran reducto para cerveza, ideal para millenials, es muyyy canchero y suele tener bandas en vivo o ciclos de cine. -Si te da el tiempo, este viaje se lleva de pelos con una tarde de spa. -Y termino con un chisme: en nuestro hotel pegamos buena onda con un peruano que nos invitó a comer a la noche con su grupo de amigos chefs... resulta que en la mesa estaba el mismísimo Gastón Acurio (adjunto foto), capo total, humilde como pocos ante nuestras barrabasadas, que no sabíamos quien era y hacíamos preguntas del tipo,¨che, ¿y ya tenés algún restaurant?¨.
