Quizás el nombre "Ezequiel" suene berreta para bautizar a un pan, y ni te cuento si lo escribimos con K. Pero en el caso de este productazo, el nombre no es casual, sino que fue elegido porque la receta que lleva es la misma que la que se presenta en la Biblia (Ezequiel 4:9): "Y tú toma trigo, cebada, habas, lentejas, millo y centeno; ponlos en una vasija y hazte con ellos pan”. Es esta misma combinación de seis granos y legumbres la que la marca presenta como ideal para conseguir un alimento puro, nutritivo y delicioso 👊🏻 Y tienen razón; porque el mercado está plagado de panes hechos con conservantes, azúcares y demás; lo mismo pasa con otros hidratos de carbono y así, este grupo de alimentos se ha ganado una pésima reputación. Perdé la ingenuidad: no todos los alimentos que se marketinean como sanos son tales. OJO especialmente con los que dicen ser integrales: a veces, un porcentaje de la harina que usan es integral, sí, pero el resto no, y sin embargo en la caja los presentan como si lo fueran. Si viajás tampoco te fíes: no todo lo que venden en supermercados como Whole Foods es sano (hice post al respecto hace unos meses). ¡A leer las etiquetas! Este pan me lo recomendó mi médica china. Es rico, sano, saciador. Y si lo combinás con mi mermelada preferida (St. Dalfour; a ella también le dediqué de mis primeros posts), ni te cuento 🍞🍒