A raíz del post del otro día sobre Nancy Mitford, mi amiga Agus Bohtlingk me escribió contándome que en una de las ediciones de The Pursuit of Love hay una foto de una novia vestida de blanco con lazo negro. A partir de la anécdota nos pusimos a charlar acerca de algo que muchos no saben y es que la tradición de los vestidos blancos de novia es -relativamente- nueva (hablo de Occidente). Yo lo sabía porque mis hermanas se casaron una de negro y la otra de azul (digamos que fui re original casándome de blanco). Ellas lo hicieron por un tema de gusto personal, pero también sabían que, si nos ponemos quisquillosas con la historia de nuestras costumbres (argumento que achacan muchos para imponer el vestido blanco), entonces el blanco NO es la única opción. Cedo, entonces, la palabra a la experta en vestidos de novia, Agus, que no en vano viste a las mujeres más espléndidas de Buenos Aires: si hay alguien que sabe del tema, es ella. ¡AH! Y les cuento que esto no es chivo, jaja. Yo ya me casé. Y dice así...: Antes del blanco, en las pinturas de la Edad Media vemos que las novias llevaban un traje más o menos vistoso y de cualquier color: verde, rojo, azul. Antes las reinas se casaban de plateado o de dorado hasta que llegó la reina Victoria (Inglaterra, siglo XIX), que se vistió de blanco en el casamiento con su primo el príncipe Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha. ¿Por qué eligió el blanco la reina Victoria? A fines de los años 30 del siglo XVIII la industria tradicional textil inglesa estaba muy afectada por la Revolución Industrial. La invención de una máquina que elaboraba encajes industrialmente afectó a muchas fábricas inglesas que se basaban en el encaje hecho a mano. Para apoyar esa industria artesanal, la reina Victoria eligió una pieza e encaje de Honiton con un dibujo que imitaba un diseño antiguo. ¿Qué color era el mejor para realzarla? El blanco. Gracias a la creciente masificación de medios impresos y la incipiente fotografía, los retratos del casamiento fueron conocidos por millones de personas. Sin embargo, fue recién en el siglo XX que el blanco se convirtió en moda popular. “Cuando las madres de las novias que vienen a verme no quieren que el vestido de sus hijos lleve plateado, dorado u otros tonos, les explico esto”, dice Agus. Otro dato de color: durante la recesión económica española era muy común que las novias se casaran de negro, porque las telas blancas eran carísimas. Y agrega Agus: "Yo no soy fanática de ninguna de las tradiciones; creo que al final todas estas costumbres que en teoría traen augurios no son más que supersticiones y muchas veces generan un conflicto más a las novias que hoy en día se ocupan de todo y no tienen tiempo para estar pensando en el "algo prestado", y qué amiga se lo presta, y a cuál aceptar, el de tal amiga o tal otra... También está el algo usado... Algo nuevo... Algo azul... En realidad, la única tradición que me gusta es el “something blue", quizás me atrae porque el azul es, en mi opinión, el color más noble y más puro. Para mí simboliza lo más profundo e infinito, el cielo y el agua. El significado de la costumbre del "something blue" es que en el antiguo Israel las novias llevaban una banda azul que simbolizaba pureza, amor y fidelidad.
Entonces, de nuevo: si vamos a ponernos exquisitas con las tradiciones, lo ideal sería casarse de azul, como la ídola de mi hermana (una de las personas más inteligentes que conozco), porque en los significados de los colores de vestidos de novia es el más acertado. Desde ya, casate del color que quieras jaja, y si querés casarte de blanco porque te gusta el tono, te banco a muerte (yo me casé de blanco por esta razón), solo te invito a que te animes a cuestionar y aprender de dónde vienen las tradiciones antes de seguirlas.