Me decís "luna" y pienso en cosas que me gustan un montón: La luna de miel 💜 Luna de cristal (temón) Medialunas (nada más rico). Pero también pienso en la expresión "Dark side of the moon", el lado oscuro de la luna, ese que convive con el luminoso. Y pienso que nadie es 100% bueno ni 100% malo: esto que quizás suene medio obvio para algunos, a mí me llevó años aprenderlo. Antes era más ingenua; pensaba, en términos maniqueos, que en la vida están los buenos por un lado y los malos, por el otro. Creo que es parte de la madurez amigarse con el lado oscuro: y no solo el ajeno sino el propio, en primer lugar. Dice Maritchu Seitún: "Muchos padres tenemos dificultades para tolerar nuestro lado oscuro; y, más todavía, para mostrárselo a nuestros hijos. El mejor regalo que podemos hacerles es amigarnos con nuestra persona completa para, luego, permitir que nuestros hijos también lo hagan". Aclara Maritchhu que aceptarlo no es realizarlo: es decir, tolerar mis defectos no significa darles rienda suelta o regodearme en ellos. Está claro que el objetivo es trascenderlos. Pero si no los aceptamos, regularlos es casi imposible. Es más fácil decirlo que realizarlo. Pero hacia allá vamos.