Si hay una torta que me hace acordar a los 90, es la pasta frola. No digo que haya nacido en esa década (¡es más vieja que la escarapela!), pero siento que en los últimos años pasó un poco de moda y cedió el paso a budines de banana, muffins de frutos rojos -obvio que orgánicos e integrales-, brownies de algarroba y demás.
De vez en cuando, me gusta volver a esa torta que me remite a la casa de mi abuela y que con los años cada vez me gusta más.
Les dejo mi receta:
Ingredientes:
2 tazas de harina común
170 gr de manteca (es clave que esté bien pomada)
3 yemas
100 gr de azúcar
esencia de vainilla
500 gr de membrillo
Preparación:
-enmantar y enharinar un molde.
-unir todos los ingredientes, salvo el membrillo, con las manos. Una vez que se hizo la masa (que queda muy tierna y manejable), sacar una parte y con la yema de los dedos ir forrando el molde. Amasar el resto de la masa con palo de amasar y con un cuchillo vas cortando las tiritas.
-cubrís la masa del molde con el membrillo. A este solo lo pisas un poco, pero no se le pone absolutamente nada. Si es un membrillo muy duro, se le pone un poquito de agua, pero apenas como para aflojarlo.
-después de haber cubierto el molde con el membrillo, disponés las tiritas por encima.
-al horno 25/30 minutos y listo.