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El maravilloso mundo de Peter Rabbit


Pocos libros evocan infancia tanto como The Tale of Peter Rabbit, el primero de la serie de historias de Beatrix Potter. Autopublicado en 1901, el libro fue un éxito inmediato y así, llamó la atención de la editorial Frederick Warne & Co., que antes lo había rechazado.

Plagados por personajes simpáticos que cobran vida en ilustraciones divinas, algo tienen los libros de Beatrix, que hacen que todos los queramos en nuestra biblioteca. Ya lo dijo Quentin Blake: al convertirnos en adultos, todavía admiramos a Beatrix; no solo por sus dotes como ilustradora, sino por su sentido del drama y su oído para diálogos cotidianos, entre otros atributos.

Pronta en reconocer el éxito de su simpático conejo, la autora decidió patentar todo el merchandising alusivo y ella misma diseñó el primer muñeco de Peter Rabbit en 1903, que en el acto se convirtió en el primer personaje literario en ser patentado.

Con las ganancias de la obra Beatrix decidió invertir en tierra en el Lake District, una de las zonas más bellas de Inglaterra. Fue allí donde se refugió cuando, al mes de haberse comprometido, murió su querido Norman (quien también fuera su editor).

Fue en el Lake District también donde conoció a su segundo amor: William Heelis, su abogado. Se casaron en 1913.

Hoy se puede visitar la casa de Beatrix en la zona: Hill Top Farm, que protagoniza muchos de sus relatos y recibe miles de visitantes cada año.

En la actualidad se venden más de dos millones de libros de Beatrix Potter cada año (¡cuatro por minuto!). Y es que, además de encantadoras, sus historias son atemporales, ideales para ser pasadas de generación en generación.

PD: el plato de fondo lo pintó @eltallerdenanu para mi hijo, Facu. Desde chiquito quiero inculcarle el amor a los libros y creo que no hay personaje como Peter Rabbit para ayudarme en la misión.


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