Este 2018 será recordado, entre otras cosas, como el año en que conocí nuevos y grandes autores. David Foenkinos encabeza la lista. Después de La biblioteca de libros rechazados, decidí seguir con La delicadeza, una obra sencilla, tierna y original. Quizás no es tanto la trama lo que me gustó del libro tanto como la pluma del autor, siempre afilada pero -valga la redudancia- delicada a la vez; una pluma siempre ducha en el arte de ponerle nombre a detalles de la vida cotidiana, y momentos trascendentes también. Foenkinos sabe registrar con maestría el dolor de una mujer al perder a su marido, la frustración de un hombre cuyo amor no es correspondido y la ilusión de otra pareja que se sabe a gusto en una nueva relación. Les dejo algunas citas destacadas, para que se den una idea: "En una historia de amor, el alcohol acompaña dos momentos opuestos: cuando se descubre al otro y hay que narrarse uno mismo, y cuando ya no hay nada que decirse". "Al principio de una relación casi se podría analizar cada beso. Todo se distingue perfectamente en una memoria que progresa lentamente hacia la confusión de la repetición". "(...) y luego estaba su mujer. No lo entendía. Hablaban tan a menudo de dinero que a veces Charles la confundía con sus acreedores. Todo se mezclaba en un universo sin sabor, donde la propia feminidad era un vestigio, donde ya nadie se tomaba el tiempo de hacer ruido con unos tacones de aguja". Además de ser un éxito de ventas en Francia, La delicadeza fue un éxito de crítica: obtuvo 10 galardones y fue finalista de todos los premios literarios franceses importantes. ¡Bravo, Foenkinos! Ya estoy ansiosa por volverte a leer.
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