Un libro que te hace querer ser mejor persona es un buen libro. Es tan simple como eso.
Y después de leer Doce estaciones del alma, eso sentí yo.
Que hay mucho más que puedo dar de mí.
Que todos los días se puede mejorar. El viaje puede resultarte intenso, y hay que hacerse cargo de las puertas que decidimos abrir... pero si te animás a confiar, te recomiendo darle la mano a la grosa de Dafne Schilling y acompañarla en este periplo a través de doce estaciones del alma.
Quizás escuchaste hablar de Dafne: actriz, bailarina, instructora de yoga, trajo Yoga Booty Ballet a la Argentina y el movimiento es un boom. A través de sus clases, retiros y su cuenta de Instagram, Daf les habla a mujeres de todas las edades y de todo el país, y las invita a abrirse, expandirse, inspirarse y ser su mejor versión.
Con mucha generosidad, la autora nos comparte su historia de vida, y me impresiona todo el camino que tiene recorrido (¡es más chica que yo!).
Les dejo algunas de mis citas preferidas del libro, para que se den una idea de qué va:
"Es importate ser conscientes de cómo nos salvamos de situaciones que nos dañaron el corazón, o por lo menos, la ilusión".
"La intuición es la invitación a llevar la atención a los ojos del alma".
"Ser vos en tu mayor expresión es tu máximo poder".
"No busco juntar más, sino que quiero ser más".
"Cada palabra que verbalizamos tiene una vibración y una energía que pueden transformarse en positivas o negativas. Es un error creer que decir algo que no nos gustaría escuchar de otro no nos afecta. Esa vibración que sale de tu boca tiene un efecto en el universo, por eso el habla amorosa y la escucha compasiva son tan importantes. Que nuestras palabras contribuyan al mundo en el que queremos vivir porque cuando hablamos estamos volcando una energía en el universo".
"No te asustes con tus emociones, lo importante es comprender que necesitan encontrar un medio de liberación, que las crisis no son eternas y que el poder para equilibrarte esta en tus manos".
Y podría seguir in eternum...
Este es un libro para leer despacio, con lápiz en mano, y dejar que cale hondo.
También me pareció una lindísima idea de regalo... para alguna mujer querida, o para vos misma.
Y hablando de ideas, se me ocurrió también volver a este libro en un tiempo, abrirlo en cualquier página al azar y ver qué tiene para decirme en ese momento concreto.
¡Gracias, Daf! Me contagiaste ganas de bailar...