Porque como no hay como un gran comienzo, les dejo algunos de los más célebres de la literatura:
“Fue amor a primera vista”. Joseph Heller, Catch-22.
“Hoy ha muerto mamá”. Albert Camus, El extranjero.
“Todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada”. Tolstói, Anna Karenina.
“Si soy yo el héroe de mi propia vida o si otro cualquiera me reemplazará, lo dirán estas páginas”. Charles Dickens, David Copperfield.
“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme...”. Miguel de Cervantes, El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha. “Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas”. Vladimir Nabokov, Lolita. “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”. Gabriel García Márquez, Cien años de soledad.
“Es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa”. Jane Austen, Orgullo y prejuicio.
“Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero no teníamos nada (...)”. Charles Dickens, A Tale Of Two Cities.
“Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto”. Franz Kafka, La metamorfosis.
“Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne; supongo que el proceso está en el recuerdo de todos y que no se necesitan mayores explicaciones sobre mi persona”. Ernesto Sábato, El túnel.
¿De cuál me estoy olvidando?
PH @pinterest