No sé por qué hasta ahora no les hablé de Elena Garro, escritora mexicana de quien hice mi tesis de Lic. en Letras. Debe de ser porque después de rendir terminé un poco saturada con Elenita… pero ahora que pasó un tiempo prudencial, me dieron ganas de presentárselas.
Digo presentárselas porque aunque para los mexicanos es de sus escritoras más importantes, después de Sor Juan Inés de la Cruz, mucha gente no la conoce. Conseguir su bibliografía fue una odisea. En las librerías argentinas parecían no saber más que fue “la mujer de Octavio Paz” o “la amante de Bioy Casares”. Algún que otro librero conocía Los recuerdos del porvenir o Andamos Huyendo Lola, editado en 2011 por una editorial argentina.
La vida de Elena fue apasionante: incluyó décadas de viajes y encuentros con los nombres más relevantes de su tiempo, como Dior. Nació en 1916, aunque durante un tiempo se creyó que su nacimiento fue en 1920: coqueta, mintió sobre su edad. Pero después lo desmintió y aun así hay errores de la critica: su obra suele estar soslayada y los descuidos son varios (títulos mal citados, personajes mal interpretados, fechas mal consignadas).
Este soslayo se debe a rencillas políticas en las que Garro se involucró en su país. Luego del divorcio con Paz, figura amada por las letras del mundo, y de su participación de la Masacre de Tlatelolco (1968), el mundo académico le cerró las puertas. Quien fuera galardonada por obras como La semana de colores tuvo que autoexiliarse en Europa y dejó de ser publicada por años. Hoy algunos luchan por reivindicar su nombre, como Patricia Rosas Lopátegui, que publicó libros muy interesantes sobre Garro, como El asesinato de Elena Garro.
En los 90 creció el interés académico por su corpus y en 2011 se inauguró el Centro Cultural Elena Garro en Coyoacán (si pasan por el DF no dejen de visitarlo).
La autora de Testimonios sobre Mariana murió en 1998 de cáncer, rodeada de gatos en un departamento diminuto. Es una pena que la crítica en gral. se dedique solo a su biografía, pasando por alto aspectos tan importantes como su trabajo con el lenguaje y sus simbolismos, de una riqueza semántica incuestionable.
Vos ¿leíste algo de ella?