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Las madres en la literatura inglesa

En las postrimerias del Día de la madre, les cuento cuáles fueron las figuras maternas de la literatura inglesa que repasamos en la charla del jueves en Kel.

En la historia de las letras ha habido tantas madres como autores; relatos matrofóbicos conviven con otros que buscan recuperar la figura materna. Los autores las veneran y dilapidan por igual... (comparemos a Mrs Wormwood, de Matilda, con Marmee de Little Women) y después, claro, están los matices. Las madres complejas y humanas. Y eso es justamente lo que hace un gran autor ¿no? Humanizar a sus personajes...

Nuestro recorrido comenzó con Shakespeare. Señalamos que, aunque claro que tiene personajes maternos sobresalientes (Gertrudis de Hamlet o Volumnia de Coroliano, por nombrar a dos), muchos críticos subrayan la falta de personajes maternos. Esto era una convención de la época, que también se da en el teatro del Siglo de Oro español, pero también evaluamos otras hipótesis.

Viajamos por la era victoriana y vimos el contraste entre el ideal repetido ad nauseam a las mujeres ("ser madre y esposa"), y la realidad: había un hombre cada 3 mujeres (ergo, muchas solteras) y eran tiempos de industrialización y condiciones precarias de vida, por lo que muchas mujeres tenían que salir a trabajar. Vimos que la literatura escenifica madres de todo tipo: Mrs Bennett (Orgullo y Prejuicio), Lady Bracknell (La importancia de llamarse Ernesto), las mujeres de Bleak House (Dickens), etc.

Ay, no me da el espacio y quisiera compartir todas las otras madres que mencionamos. Me limito a nombrar algunas: Mrs Sheridan, The Garden Party (Katherine Mansfield), Mrs Ramsay, El Faro (Virginia Woolf), Sophie Portnoy, Portnoy's Choice (Philip Roth), las tres madres de Tres mujeres (Sylvia Plath). Llegando al siglo XXI, otras de las analizadas fueron la madre de Harry Potter, las mujeres de Liane Moriarty, la madre de Maya Angelou… ¡y más!

Cerramos celebrando que, cada vez más, la experiencia de la maternidad se transmite en el papel tal como es; una experiencia que necesita una dosis extra de honestidad sobre las dudas y contradicciones que sufre la madre: el querer frente al deber, lo que se espera que sienta y lo que realmente siente…

Quedamos, pues, a la espera de más voces maternas que sigan aportando al debate con miradas diversas.


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