"Todo lo que sabemos del amor
es que el amor es todo lo que hay".
Puede ser que la poesía no sea el género más taquillero del universo editorial, y admito que tampoco es el que más frecuento yo, a la hora de elegir qué leer. Pero de vez en cuando me gusta volver a ella, bucear en nuevos autores (o no tanto), aprender de su manera de contar el mundo y de su sensibilidad.
En la historia del género lírico, el nombre de Emily Dickinson (1830-1886) es ineludible. Su trabajo es sumamente original y diferente a lo que se consideraba "estándar" en la poesía americana del siglo XIX. Dickinson juega y experimenta con las palabras, las usa en contextos inusuales. También emplea oraciones breves, rima asonante, guiones y demás técnicas que no estaban en boga en la época. Así como Charlotte Bronte y Elizabeth Barrett Browning, Dickinson creó un nuevo tipo de primera persona: la voz poética en sus poemas suele corresponder a observadores lúcidos, que señalan los límites de la sociedad en la que les tocó vivir. Además, Dickinson usó un lenguaje elíptico para definir el significado sin limitarlo y hacer tangible lo abstracto. Ya lo dijo Ardanaz: "lo no dicho, la insinuación y la ambigüedad tienen tanto valor en su discurso como los elementos explícitos. El silencio es para Emily Dickinson tan subversivo como la palabra".
Profunda, de a ratos misteriosa, algunos de los temas más recurrentes de la poetisa son la muerte, la fe, el dolor y la inmortalidad. Aunque su vida fue corta y estuvo signada por la enfermedad, su trabajo se siente fresco y tiene chispazos de humor.
Durante sus 50 y pico de años de vida, escribió más de 1.800 poemas, aunque la mayoría fueron publicados de manera póstuma, luego de haber sido descubiertos por su hermana, Lavinia. Cuando en 1890 se publicó su primer volumen de poesías -cuatro años después de su muerte-, tuvo un éxito sorprendente, al punto de que en menos de dos años se publicaron once ediciones de la obra.
Tal como la poesía de Walt Whitman, otro grande del siglo XIX, el trabajo de Dickinson (su voz, su inmediatez, su inteligencia), tuvieron un gran impacto en la historia de la poesía norteamericana.
Hay mucho más para decir de esta gran autora, pero me quedo sin espacio. Vos ¿ya la conocías? ¿Sos de leer poesía? Si es así, ¿qué autores recomendás?