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El "síndrome de la chica suertuda"


El sindrome de la chica suertuda

¿Conocés el síndrome de "la chica suertuda" que está poblando TikTok? Si no lo conocés, te cuento de qué va:

El término alude al convencerte de que sos una persona con suerte y así, se supone que esta llegará tu vida, porque todo lo que asumimos que es verdad, será verdad (lo bueno o lo malo).

Todos conocemos a esa gente "suertuda"; la que suele ganar en el Juego del paquete de la Vida. Y también conocemos a la gente que se queja de su mala suerte, atrayéndola. Ese al que lo frena la cana justo el día en que dejó el registro en su casa o se enferma a dos días de viajar.

La teoría dice que, cuando repetimos afirmaciones positivas sobre nosotros mismos, las partes subconscientes de nuestro cerebro buscan oportunidades para confirmarlo y alteran sus comportamientos para alinearse con esa afirmación.

Suena lindo, pero ¿qué pasa con quienes, en vez de luchar por sus objetivos, se relajan creyendo que tendrán buena suerte, y que así simplemente la atraerán? Y hay un aspecto tóxico entre tanto positivismo; ¿qué pasa las veces en que no nos sentimos así? ¿Acaso SIEMPRE hay que estar de buen humor?

Y ¿qué pasa cuando de verdad creímos que algo se nos iba a dar, y no sucede? ¿Caeremos en el enojo, resentimiento, la tristeza?

Punto medio, como en todo. Hay muchas técnicas de manifestación para atraer cosas buenas, pero no todo es tan lineal, ojalá fuera solo cuestión de despertarnos y repetir frente al espejo: "Qué suertuda soy".

En La llave de la buena vida, Garriga explica que hay que complementar la ley de la atracción con lo que él llama la "ley de la Gran Voluntad". Dice: "Las personas (...) podemos y debemos encontrar creencias beneficiosas, trazar estrategias mentales y definir rieles neuronales precisos que puedan extenderse e impactar en el mundo para que las cosas sean como queremos (...). Sin embargo, tras ello resulta preciso desarrollar la humildad suficiente como para soportar que Dios haga y deshaga según su voluntad y que, en ocasiones, se ría de nuestros planes, de nuestras intenciones y de nuestros acariciados deseos. Y aquí Dios significa la vida tal como es a cada momento".

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