Tengo resaca literaria, también entendida como esa sensación de letargo que nos produce terminar una lectura intensa, profunda, cruda y desafiante.
Trascendent Kingdom es todo eso. La novela de Yaa Gyasi cuenta la historia de una familia de Alabama oriunda de Ghana; se centra en Gifty, estudiante avanzada de neurociencias en Stanford, donde investiga el comportamiento de los ratones y los circuitos neurológicos de la depresión y adicción. Su hermano querido, Nana, había sido un atleta estelar en la secundaria, hasta que murió por sobredosis de heroína. La madre de Gifty cae, a raíz de lo acontecido, en una profunda depresión que la lleva a querer quitarse la vida y la tiene en cama. Gifty se propone, entonces, descubrir la base científica de todo el sufrimiento que la rodea. Pero mientras echa mano de la ciencia, se encuentra sedienta, aunque no algo recelosa, de la fe que tuvo al crecer, cuando su familia asistía a la iglesia Evangélica con afán.
El retrato de esta familia es conmovedor y crudo. Las preguntas y dudas de Gifty sobre su fe y religión interpelan a más de un lector, pero lo mejor de todo tal vez sea la pluma de Gyasi, exquisita, que llega a un alto grado emotivo.
¿Te lo recomiendo? Nahh, si te pareció nomás. Y ahora me voy corriendo a leer su primera novela, Homegoing, traducida al castellano como Volver a casa (por lo que vi, me parece que Trascendent Kingdom no está traducido aún; si alguien tiene otro dato, los leo con ansias).
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